La infiltración es una técnica percutánea y no quirúrgica, que ayudándose de técnicas de imagen aplica fármacos mediante la colocación de una aguja en zonas de interés, ya sea por dolor, por inflamación, por calcificaciones o quistes. Se puede aplicar dentro de articulaciones, también permite la aspiración de quistes o para tratamiento de calcificaciones tendinosas.  El objetivo de la infiltración es reducir el dolor o la inflamación por estas patologías.